Un grupo de científicos de Rutgers aborda la alta tasa de complicaciones durante el embarazo en NJ centrándose en la placenta
Por Scott Fallon, NorthJersey.com
Cuando Lauren Aleksunes era farmacéutica de CVS, las mujeres embarazadas a menudo le preguntaban si era seguro tomar cierto suplemento dietético o incluso si una marca de tinte para el cabello podía filtrarse en sus cuerpos y presentar un riesgo para el feto.
Y todo el tiempo, Aleksunes se sentía cada vez más frustrada porque no podía decir con certeza si un producto cotidiano era seguro. Simplemente no había datos, no se estaban realizando investigaciones.
Dos décadas después, Aleksunes está a la vanguardia de uno de los problemas de atención médica más apremiantes en Nueva Jersey y la nación: los malos resultados en el cuidado materno.
Ella dirige un equipo de científicos de la Universidad de Rutgers en asociación con otras cuatro universidades para tratar de mejorar los resultados de los embarazos centrándose en lo que la placenta filtra al feto, lo que no filtra y por qué.
“Hay muchas cosas sobre la biología de la placenta que simplemente no sabemos, a pesar de que es una de las partes más importantes en el desarrollo de un bebé sano”, afirmó Aleksunes, profesora de farmacología y toxicología.
La financiación de la iniciativa de cinco años es una subvención de $5 millones de los Institutos Nacionales de Salud, que han establecido un centro de investigación en el campus de Ciencias Biomédicas y de la Salud de Rutgers en Piscataway.
Aleksunes y su equipo de 10 a 15 científicos trabajarán con investigadores de la Universidad de Tulane, la Universidad de Pensilvania, la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill y la Universidad de Rochester.
Nueva Jersey ha logrado algunos avances en la salud materna después de tener durante años una de las tasas de mortalidad materna más altas del país.
Un informe publicado en enero por la Asociación de Hospitales de Nueva Jersey mostró que las cesáreas y dos complicaciones graves —presión arterial alta y sangrado excesivo— han disminuido en los últimos años después de que en 2017 se iniciara un esfuerzo concertado para mejorar y estandarizar los procedimientos hospitalarios.
La amplia disparidad racial en los resultados
A pesar del progreso, sigue existiendo una amplia disparidad racial en los resultados del embarazo en un estado con uno de los niveles de ingreso per cápita más altos y algunos de los mejores hospitales del país.
La tasa de mujeres negras que desarrollaron hipertensión y hemorragia obstétrica relacionadas con el embarazo fue un 45% y un 57% mayor que la de las mujeres blancas en 2021, según el informe del hospital. Esto se amplificó en un estudio publicado meses después, que encontró que la tasa de mujeres negras que mueren durante el embarazo aumentó a 110 por cada 100,000 nacimientos entre 2010 y 2019, en comparación con 54.5 entre 1999 y 2009.
La doctora Serena Chen, una de las principales doctoras en medicina reproductiva del estado, ha calificado de “espantosa” la disparidad racial en Nueva Jersey.
Cómo responden las células de la placenta
Aleksunes considera que su investigación no será una panacea para todos los problemas maternos, especialmente las disparidades raciales, ya que estas en gran parte tiene que ver con razones socioeconómicas, incluido el acceso a una atención de calidad.
El trabajo de su equipo es estrictamente biológico, centrándose en la placenta, el órgano que se desarrolla en el útero durante el embarazo y se une al bebé a través del cordón umbilical.
Algunos miembros del equipo observarán cómo las proteínas transportadoras llevan los nutrientes, suplementos dietéticos, medicamentos y sustancias químicas tóxicas durante el embarazo, y cómo responden a ellos las células individuales de la placenta.
Otros miembros del equipo examinarán cómo los factores ambientales influyen en los transportadores placentarios durante embarazos sanos, no saludables o complicados. Utilizarán placentas donadas a la ciencia procedentes de embarazos de bajo y alto riesgo.
En resumen, quieren comprender cómo entran y salen estas sustancias químicas de la placenta y si pueden llegar al bebé e influir en su desarrollo.
“La usamos durante nueve meses y luego la desechamos”, dijo Aleksunes sobre las placentas. “Pero es una parte notable del embarazo. Proporciona nutrición. Elimina los desechos. Filtra. Es un conducto entre la madre y el niño. No podemos tener bebés sanos sin una placenta sana”.
Esta traducción fue proporcionada por Reporte Hispano, en asociación con el Centro de Medios Cooperativos de la Universidad Estatal de Montclair, y cuenta con el apoyo financiero del Consorcio de Información Cívica de NJ. La historia fue escrita originalmente en inglés por NorthJersey.com y se vuelve a publicar en virtud de un acuerdo especial para compartir contenido a través del Servicio de noticias de traducción al español de NJ News Commons.
Michael Campbell, estudiante de posgrado de Rutgers, examina imágenes de células de placenta.
Universidad de Rutgers