Las fuerzas del orden se reúnen para honrar al sargento de policía de Atlantic City Jefferson Rivera

John O’Connor, Press of Atlantic City

El féretro del sargento Jefferson Rivera, de la policía de Atlantic City, es sacado de la iglesia de Our Lady Star of the Sea por agentes de la ley el viernes 8 de noviembre de 2024. Rivera falleció el 3 de noviembre tras una batalla contra el cáncer de estómago. Tenía 45 años. (John O’Connor, redactor)

ATLANTIC CITY — El hijo del sargento de policía Jefferson Rivera, Jefferson Jr., describió a su padre como un héroe que amaba incondicionalmente a su familia y a sus compañeros.

“Fue un guerrero que luchó duro hasta el final”, dijo un afligido Rivera Jr., de 12 años, mientras estaba en el funeral de su padre el viernes. “Los quería mucho a todos y cada uno de los que están en esta sala”.

Cientos de agentes de la ley, familiares y amigos abarrotaron la iglesia de Our Lady Star of the Sea para presentar sus respetos y despedirse de Rivera, fallecido el 3 de noviembre tras una batalla contra el cáncer de estómago. Tenía 45 años.

“La vida no se cansó de golpearme hasta que llegó la muerte, me abrazó y me susurró ahora estarás en paz”, dijo Rivera antes de morir.

La cita estaba escrita en una tarjeta de recuerdo que se entregó a los dolientes que entraban en la iglesia.

Frente a la iglesia, Atlantic Avenue estaba llena de patrullas de policía, y un camión de bomberos de la ciudad estaba estacionado al otro lado de la calle con la bandera estadounidense.

Los asistentes escucharon los recuerdos de algunos oradores y participaron en canciones y oraciones antes de reunirse afuera para ver el ataúd de Rivera, llevado por varios agentes de policía, cargado en un coche fúnebre.

Agentes de Margate, Ocean City y Galloway se subieron a motocicletas y encabezaron una escolta hasta el cementerio de Holy Cross, en Hamilton Township, donde Rivera recibió sepultura.

“Echaremos mucho de menos a Jeff”, afirmó el jefe de policía de Atlantic City, James Sarkos. “No solo era un servidor público comprometido, sino también un devoto padre de familia cuyo amor y dedicación a su familia nos inspiró a todos”.

Rivera creció en Atlantic City y trabajó en la floristería Chester’s Flowers, en Iowa Avenue, desde muy joven, después de abandonar la escuela secundaria.

Mientras trabajaba en Chester’s, Rivera obtuvo su GED y conoció a su futura esposa, Lisbet. Se unió a la fuerza de policía de la ciudad en 2006 y completó la Academia de Policía del Condado de Cape May un año más tarde.

Durante su tiempo en la academia, Eric, el hermano menor de Rivera, murió a causa de los disparos de un francotirador enemigo cuando se encontraba en Irak para una segunda misión durante la Operación Libertad Iraquí.

Tras la muerte de Eric, Rivera quiso abandonar la academia y alistarse en el ejército porque quería encontrar a la persona que asesinó a su hermano. Sin embargo, se sintió motivado a terminar la academia por el amor y el apoyo que recibió tras el fallecimiento de su hermano, recordó el viernes un amigo de la familia.

Rivera fue ascendido a sargento en 2019, según su obituario. En 2023, le diagnosticaron un cáncer de estómago en estadio 4 que para entonces ya había hecho metástasis en otras zonas de su cuerpo.

La comunidad policial se unió a la familia de Rivera tras su diagnóstico. Una campaña de GoFundMe creada en octubre había recaudado más de $24,400 hasta el viernes por la tarde, y la PBA de Atlantic City organizó un evento de recaudación de fondos el jueves por la noche en el Wonder Bar, con todos los ingresos destinados a su familia.

Rivera Jr. dijo que su familia está agradecida por todo el apoyo.

“Hoy estoy aquí con el corazón lleno de gratitud y amor”, afirmó Rivera Jr. “A través de los altibajos, todos los aquí presentes nos han demostrado lo que significa realmente la amistad y la familia. Tanto si nos han dado una palabra de consuelo como un regalo, han estado ahí para recordarnos que no estamos solos. Hoy estamos aquí para compartir recuerdos que atesoraré para siempre”.

Rivera deja atrás a su esposa, cuatro hijos —Emily, de 24 años, Erika, de 16, Jefferson Jr. y Erik, de 9— y a su madre, Cayetana Palacios, que trabajó en los casinos durante décadas.

Esta traducción fue proporcionada por El Latino News, en asociación con el Centro de Medios Cooperativos de la Universidad Estatal de Montclair, y cuenta con el apoyo financiero del Consorcio de Información Cívica de NJ. La historia fue escrita originalmente en inglés por The Press of Atlantic City y se vuelve a publicar en virtud de un acuerdo especial para compartir contenido a través del Servicio de noticias de traducción al español de NJ News Commons.

This translation was provided by El Latino News, in association with the Center for Cooperative Media at Montclair State University, and is financially supported by the NJ Civic Information Consortium. The story was originally written in English by The Press of Atlantic City and is republished under a special content-sharing agreement through the NJ News Commons Spanish Translation News Service.